COMO PROTEGERTE DE LOS RAYOS SIN HUNDIRTE EN EL INTENTO
Los rayos en alta mar, son experiencias vividas que todo navegante quiere olvidar y no repetir. Cuando aparece un rayo en una embarcación, se generan una serie de averías y riesgos en la tripulación, en función del tipo de rayo, el tipo de embarcación, el nivel de salinidad de la mar y donde estemos nosotros.
Durante ese mal trago, los riesgo de electrocución son máximos y la peor parte se la llevan los equipos electrónicos que nos dejaran a dos VELAS y ya podemos tener el sextante a mano porque seguro nos quedará la nave sin control, sin contar con que se incendie o se hunda la embarcación por las chispas y varias vías de agua que el rayo dejó…….
Ver el fuego de San Telmo en la parte más alta del mástil, es un lujo, si puedes contarlo sin ver el chispazo de la descarga, su olor a ozono color y ruido es peculiar e inolvidable, en esos momentos los pelos se te ponen literalmente de punta por el campo eléctrico de alta tensión que la naturales te pone encima.
Son momentos inexplicables que solo el que ha vivido una experiencia puede describir, sentir, y temer que se repita. Ya no voy a describir con muchos detalles, las marcas y efectos que el rayo deja si aparece, te puede dejar incluso su firma en el cuerpo de las sombras eléctricas del chispazo, como si de una radiografía se tratara si cae dentro de la nave y tú te encuentras fuera, si estás de suerte y el rayo cae en el agua, experimentarás temporalmente durante unos segundos, el estar ciego si cae delante ti, todo es blanco y al momento recuperas la vista del fogonazo, como si de miles de flases delante de ti se tratara, pero nada más, ya que el rayo en la mar no genera efectos indirectos ni en la electrónica ni en las personas de la embarcación.
En función de la intensidad de la descarga del rayo dentro de la embarcación, los efectos y riesgos puede ser de diferente consideración, afectando los equipos de navegación y la electrónica del motor por acoplamiento o por diferencia de potencial entre antenas y elementos metálicos que no estén al mismo valor eléctrico del conjunto de masas. Los riesgos de averías son inevitables en ese momento de crisis, porque aparece si o si, efectos de alta tensión durante la descarga del rayo, a su paso por la embarcación en dirección al agua.